domingo, 26 de octubre de 2008

Nuestra vida es una mierda

(por Anuar). A esta conclusión llegué en uno de mis múltiples viajes entre la facultad y mi casa. Resulta que paso por delante de una librería cuyo eslogan es: “el libro que te cambiará la vida”. Pensando en la frase me di cuenta de que no era la primera vez que leía una frase así asociada a un libro o una librería. Es más, abundan los libros para cuya promoción se utilizan mensajes del tipo “el libro ideal para iniciar una nueva vida”, “Tras la lectura de este libro su vida ya no será igual” etc. Siguiendo con la reflexión la llevé un poco más allá y reparé también en el hecho de que este tipo de mensajes que anuncian un cambio de vida suelen ser frecuentes en la publicidad. Recuerdo la promoción de Nordic Mist, cuyo eslogan era “Se empieza por cambiar de tónica”, y jugaba asimismo con la idea de transformar una vida insatisfactoria. Cereales, loterías o perfumes son otros de los productos que para promocionarse utilizan mensajes similares. Hagan memoria y seguro que encuentran más de un ejemplo.

Se supone que un mensaje publicitario de un producto de consumo generalizado como un refresco o cereales tiene que intentar buscar un eslogan con el que se sientan identificadas el mayor número de personas posibles. ¿Es por lo tanto la insatisfacción vital un asunto tan generalizado? ¿No debería hacernos pensar que en el centro del progreso y el bienestar occidental la frustración vital sea un tema tan recurrente? Pues es por todo esto por lo que llegué a la conclusión (irónica) que reseño en el título. En mi opinión este es un ejemplo muy claro de que los fundamentos del sistema de vida que se nos ha inculcado en occidente está muy desgastado ética y moralmente. En lugar de fundamentarse en la autorrealización personal, en la independencia y autonomía de la experiencia del individuo con el mundo, se nos vende la cultura de la competición, es decir de conseguir, de ganar. Y no de conseguir aquello que nosotros queremos, sino lo que tiene prestigio y reconocimiento social. Y es esta una perversa competición, puesto que no acaba nunca. Siempre se puede conseguir más. El otro siempre consigue más.

Y en este afán autodestructivo de acaparamiento de tangibles e intangibles tan efímeros, tan profundamente estériles, surge de nuevo la publicidad. Y surge para decirnos que nos vende un producto que nos puede ayudar a aliviar la insatisfacción que a su vez nos produjo todo aquello que nos vendieron anteriormente. Y en este sin sentido tan contradictorio, pero tan modernamente lógico se desarrolla el día a día aparentemente ajeno. Y con esa frase tan inocente a priori pero tan crucialmente peligrosa me dirijo yo a la universidad, que quizás, quien sabe, sea un elemento más que sin saberlo juega a nuestra contra.

P.D.: Pido disculpas porque lo que pensaba me iba a quedar como un artículo de reflexión sarcástica ya veis en lo que se ha convertido. Por cierto espero que todos los que se pasen por este blog, incluidos sus autores, entiendan que todo lo que aquí se escribe o publica se hace en clave de humor, ironía y sarcasmo, que es en definitiva lo que más nos une a Víctor y a mí.

7 comentarios:

V. Admetlla dijo...

Cómo que no te ha quedado sarcástico e irónico??? Pero si desde Santa Teresa de Jesús que no veía nada tan cachondo. Me encanta como intentas cagarte en todo, de broma, y te das cuenta que te cagas en todo, de verdad.

p.d. no me acuerdo de que iba a poner, si lo recuerdo ya lo pondré en otro comentario.

Anónimo dijo...

Yo sigo echando de menos el post sobre las zapatillas cocrodile, que son una horterada de cojones jaja.

Abrazos

PD 1: Negro, esta tarde he visto tu artículo, muy bueno. Ya está publicado en el blog

PD2: Cari ¿qué tal el debut puretilla?

Álvaro Martínez @alvarom dijo...

¿Ya no hay sangre? ¿ni de la de mentira? ¿Tengo que ponerme a soltar puyas?

Marc dijo...

Yo estoy con j.d., creo q te cagas en todo de verdad. Y lo mejor de todo es que hasta HUELE!
Y nadie cree que estás al borde del suicidio precisamente por eso, porque HUELEEE!

Anouar Marrero dijo...

Por cierto Macob, si eres Marc me sorprende tu comentario y supongo que no lo has pillado. Si no, no se quien eres, pero o no te pillo, o no has entendido un carajo de lo que he escrito...

Marc dijo...

Soy marc, quizás no lo he entendido o mis palabras son confusas.
Simplemente me gustó el texto y quería bromear con el suicidio, como exageración de tu aclaración final, que no es necesaria, porque el texto se explica a sí mismo.

Lamento haberte ofendido anuar, no era mi intención.

Anouar Marrero dijo...

No me has ofendido, simplemente no sabia si eras tu y estabas de coña o algun otro para tocarme las narices. Un saludo y gracias por leerte el blog.